Relato periodístico sobre pago por servicios ambientales. Manizales, noviembre de 2015.
Palabras clave: Páramo, proyectos REDD, pago por servicios ambientales, campesinos desplazados
Este artículo corresponde a la convocatoria de FUNIBER : 2ª edición del FUNICONCURSO 2015 “Publicación Solidaria” . www.estudiarenfuniber.com
En Quebrada Negra y otras veredas de Pensilvania (Caldas) el páramo sirve de
testigo excepcional del retorno a sus tierras de más de 20 familias campesinas; para
ellas el conflicto armado y el miedo quedó atrás, la esperanza las ilumina así
como la fe que le dieron sus abuelos. Algunas personas y entidades quieren ayudarles porque hoy no
reciben ayuda directa del Estado; aun así existen como grupo, porque
corroboraron el viejo dicho que dice "la unión hace la fuerza"
descubrir la solidaridad ha sido un proceso en el tiempo, nada se aprende de la
noche a la mañana.
Hace casi cinco años empezaron a ser apoyados por una bióloga y una filósofa (Castillo, 2015) rara combinación, y a falta de un agrónomo, este apareció con una psicóloga a bordo prestándoles asesoría, todo gratis, pues ahora en el mundo donar tiempo y conocimiento también son aportes solidarios. Es bello estar hombro a hombro con el otro; también hacen falta las monedas, con estos ingrediente la soledad y la pobreza pasarán de largo.
Su mirada en la tierra se ha transformado, papa y ganado seguirá siendo parte del sustento o la bien llamada seguridad alimentaria, pero ahora según sus propias palabras "quieren vender humo" o sea el dióxido de carbono, el CO2, este gas efecto invernadero que ha calentado el planeta. Los bosques que tienen en sus predios ha crecido mucho, más por el forzado abandono a que fueron sometidos, por eso ven como una oportunidad recibir compensación o pago por servicios ambientales. Les han hablado de un banco del carbono, de los proyectos REDD, (Finanzas y Carbono, 2015) y de cosas similares que antes no cabían en sus cabezas, por eso necesitan traductores de ideas como la bióloga y la filósofa.
En Colombia como en muchas partes de Latino américa poco se sabe qué es un pago o compensación por servicios ambientales, es sencillo explicarlo: un campesino cuida el bosque de su propia finca, no lo tala, si acaso busca algo de leña para el fogón que vienen de los chamizos o brazos caídos de los árboles; en ese bosque nace agua y además realiza la regulación hídrica, mejor dicho contribuye a que el agua no falte para decirlo en palabras simples, pero además también ese bosque captura carbono y libera oxígeno, así nos lo enseñaron en la escuela. Tal vez por eso los niños hoy aprenden más a cuidar el medio ambiente que nosotros los adultos, porque debemos cumplir con el mandato que la tierra no es nuestra sino de las generaciones venideras.
La explicación anterior nos puede llevar a pensar: ¿luego la conservación de los bosques no es deber del Estado?, claro que sí, porque el Estado somos todos, luego a todos nos corresponde algo de esta obligación; los campesinos de Quebrada Negra así lo han entendido y no solo pensando en la posibilidad que se les brinde una compensación o pago por servicios ambientales.
Es más, ellos se ratifican en lo siguiente: Sino recibimos nada a cambio por conservar el bosque, no pasa nada, gracias a Dios hemos conservado nuestras vidas, hemos vuelto a nuestras tierras, eso ya es mucho, la finquita nos dará para volver a vivir, ya sin miedo y con la alegría de contar con amigos que nos comprenden"
Posiblemente alguna compensación por servicios ambientales reciban por parte del Estado, de ese que lo reducimos a entidades públicas, o quizás algo inesperado suceda por parte de los ciudadanos que también son parte del Estado y que quieran donarle tiempo, conocimiento y por qué no? algunas monedas. Y este sueño para alegría de las familias campesinas ya empezó a ser realidad.
Puede que algunos sueños de ellos no se cumplan pero será una interesante historia para contárselo a los nietos.
Hace casi cinco años empezaron a ser apoyados por una bióloga y una filósofa (Castillo, 2015) rara combinación, y a falta de un agrónomo, este apareció con una psicóloga a bordo prestándoles asesoría, todo gratis, pues ahora en el mundo donar tiempo y conocimiento también son aportes solidarios. Es bello estar hombro a hombro con el otro; también hacen falta las monedas, con estos ingrediente la soledad y la pobreza pasarán de largo.
Su mirada en la tierra se ha transformado, papa y ganado seguirá siendo parte del sustento o la bien llamada seguridad alimentaria, pero ahora según sus propias palabras "quieren vender humo" o sea el dióxido de carbono, el CO2, este gas efecto invernadero que ha calentado el planeta. Los bosques que tienen en sus predios ha crecido mucho, más por el forzado abandono a que fueron sometidos, por eso ven como una oportunidad recibir compensación o pago por servicios ambientales. Les han hablado de un banco del carbono, de los proyectos REDD, (Finanzas y Carbono, 2015) y de cosas similares que antes no cabían en sus cabezas, por eso necesitan traductores de ideas como la bióloga y la filósofa.
En Colombia como en muchas partes de Latino américa poco se sabe qué es un pago o compensación por servicios ambientales, es sencillo explicarlo: un campesino cuida el bosque de su propia finca, no lo tala, si acaso busca algo de leña para el fogón que vienen de los chamizos o brazos caídos de los árboles; en ese bosque nace agua y además realiza la regulación hídrica, mejor dicho contribuye a que el agua no falte para decirlo en palabras simples, pero además también ese bosque captura carbono y libera oxígeno, así nos lo enseñaron en la escuela. Tal vez por eso los niños hoy aprenden más a cuidar el medio ambiente que nosotros los adultos, porque debemos cumplir con el mandato que la tierra no es nuestra sino de las generaciones venideras.
La explicación anterior nos puede llevar a pensar: ¿luego la conservación de los bosques no es deber del Estado?, claro que sí, porque el Estado somos todos, luego a todos nos corresponde algo de esta obligación; los campesinos de Quebrada Negra así lo han entendido y no solo pensando en la posibilidad que se les brinde una compensación o pago por servicios ambientales.
Es más, ellos se ratifican en lo siguiente: Sino recibimos nada a cambio por conservar el bosque, no pasa nada, gracias a Dios hemos conservado nuestras vidas, hemos vuelto a nuestras tierras, eso ya es mucho, la finquita nos dará para volver a vivir, ya sin miedo y con la alegría de contar con amigos que nos comprenden"
Posiblemente alguna compensación por servicios ambientales reciban por parte del Estado, de ese que lo reducimos a entidades públicas, o quizás algo inesperado suceda por parte de los ciudadanos que también son parte del Estado y que quieran donarle tiempo, conocimiento y por qué no? algunas monedas. Y este sueño para alegría de las familias campesinas ya empezó a ser realidad.
Puede que algunos sueños de ellos no se cumplan pero será una interesante historia para contárselo a los nietos.
Fuentes;
Castillo Ríos, Carlos Julio. Entrevista periodística al grupo de apoyo a los campesinos. Octubre de 2015.
Finanzas y Carbono. fecha de consulta; Noviembre 15 de 2015. Proyectos REDD. Reducción de Emisiones de Gases Efecto Invernadero causada por la Deforestacion y Degradación de los Bosques. Plataforma sobre financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe. www.finanzascarbono.org
Datos del autor:
Carlos Julio Castillo R. es egresado de la Maestría Gestión y Auditorías
Ambientales de FUNIBER
Fotografía: Paisaje de Páramo de Caldas, C.J. Castillo (2015)
